segunda-feira, 25 de janeiro de 2010

Muerte

Se cambió la muerte,
de un vaso roto
a un tipo oscuro de piel

que la use, así, como nada
en cada noche muda
desde que tomaste
el barco de luces
que te partió de mi.

Se cambió la muerte,
en un ocaso de mi cuerpo opaco
memoria olvidada de su risa
en un corazón sin sonido y ritmo

que no tuve entonces como
una mano a remar mi sangre
pero si un camión-mezclador
a tornarme hierra
sombra de existencia.

Poes sí, se cambió la muerte.
De un lejano destino de los hombres
en mí compañera de desayuno
- vacíos ojos rojos,
a preguntarme porque vivía

Nenhum comentário: